Por Marco Mora
Esta entrevista se realizó el 14 de Marzo del 2019 en las instalaciones de Rock 101 que se ubicaban en el corredor cultural Roma Condesa. Después de una muy difícil negociación con Luis Gerado Salas vía Whatsapp que comenzó con un: -Te permuto una entrevista por unos mezcales- y Luis contestando:- Nos vemos el jueves 14 (de Marzo) en la noche?-, surge una entrevista que se convirtió en una deliciosa charla con el hombre que cambió la forma de hacer radio en México en los ´80, ´90 y que continúa haciendolo en la actualidad. Comencemos desde su nacimiento…
Marco Mora – Luis, tu naces en la Ciudad de México….
Luis Gerardo Salas – Nací en la Ciudad de México en 1962 un 16 de Septiembre …
MM – En plenas fiestas patrias…
LGS – Nunca fuí a la escuela en mi cumpleaños!, y es uno de los grandes beneficios de haber nacido en esa fecha. Viví algunos años en la Colonia del Valle…
MM – En qué parte de la Colonia del Valle vivías?
LGS – Viví primero en la calle de Heriberto Frías, por ahí por donde está la Comercial Mexicana de Pilares, en una época en que todavía era un México viejo de los 60, era padrísimo, y luego, nos cambiamos a una calle que se llama Cerrada del Popocatépetl por donde está el Instituto México Secundaria, por ahí por avenida Popocatépetl y Universidad.
No existía Plaza Universidad, (ahí) era un terreno baldío gigantesco, la Avenida Popocatépetl era una calle de dos vías, ida y vuelta…
MM – Había camellón…
LGS – Si precioso, con árboles de jacarandas, me acuerdo que en esta época pasabas por la calle y era un tapete de jacarandas. Universidad también era de ida y vuelta con un camellón muy grande al igual que Cuauhtémoc, lleno de palmeras con unos troncos hermosísimos, era una Ciudad bellísima…
MM – Además muy tranquilo…
LGS – Tranquilísimo…
MM – Yo recuerdo a esa edad, en esa época en la que viví también por estas Colonias, cruzabas la calle a la edad de 8 – 10 años y no pasaba un auto…
LGS – Después de ver lo que ha pasado en nuestro país, nosotros somos la última generación que jugamos en la calle, realmente en el verano te levantabas, desayunabas y te pasabas todo el día en la calle con los cuates, con la pandilla, con la bola, jugando canicas, en la bicicleta, jugabas escondidillas cuando ya era de noche y era más emocionante estar en la calle en la noche. En la bicicleta andamos recorriendo todas las calles donde no te dejaban ir pero de todas maneras podías ir; la Alberca Olímpica quedaba un poco lejos pero nos íbamos por varias calles, ahí en las rampas era divertidísimo, todo mundo se estrelló alguna vez en esas rampas.
MM – Todos tenemos una marca yo tengo aqui la marca de algun raspón todavía…
LGS – Yo las rodillas las tengo hechas pomada, te dabas unos trancazos que sangrabas y seguías como si nada, hasta que te sale cicatriz.
MM – Y llegabas a Río Churubusco y no pasaba un carro, no había posibilidad que te atropellaran…
LGS – No nada… era un tráfico de lo más tranquilo; la fábrica de Jarritos por ejemplo, estaba en la esquina de Coyoacán y José María Rico, me acuerdo que también llegábamos hasta allá y tenía una ventana (la fábrica) en la mera esquina en donde se veía como pasaban los refrescos ya embotellados, veias como les ponían las corcholatas, entonces era como una Ciudad bonita, vivible, disfrutable. Me acuerdo muchísimo que la viví, la disfruté, la quise mucho y toda la zona sur que es en donde siempre viví.
El NúcleoRadio Mil (NRM) estaba muy cerca de la casa, en la Colonia Florida, que la Colonia Florida estaba apenas en desarrollo en los ‘60, ‘70, que fué en donde se puso Radio Milallá en el ’63; todas las calles de atrás, la calle de Tecolotitla, la calle de Margaritas, todo eso, eran puros terrenos baldíos, no había nada, hasta ahí llegaba Insurgentes; hacia el Sur no había nada y eran ya literalmente haciendas, el restaurante este famoso de la Hacienda de Tlalpan auténticamente era una hacienda que estaba ya afuera de la ciudad…
“…DESPUÉS DE VER LO QUE HA PASADO EN NUESTRO PAÍS, NOSOTROS SOMOS LA ÚLTIMA GENERACIÓN QUE JUGAMOS EN LA CALLE…”
MM – Que lo mismo era la Hacienda de Los Morales, era una Hacienda en Polanco…
LGS – Exactamente, y entonces por toda esa zona (Sur) viví toda mi vida; primero en la del Valle, y luego nos cambiamos a Cerrada de Popocatépetl, en una colonia muy chiquita que se llamaba General Anaya que llegaba de Universidad a Cuauhtémoc y de Popocatépetl a Churubusco, Y nada mas era eso, la colonia era General Anaya y Xoco, el pueblo de Xoco…
MM – Se le conocía como General Gandalla…
LGS – Jajaja, exactamente, bueno porque eran rudos, pero como éramos vecinos, en bicicleta nos metiamos al pueblo y éramos cuates de los del pueblo, porque era un pueblo auténtico con fiesta de cuetes ya sabes, la tiendita y los machines, y me hice muy cuate de toda esa gente…
MM – ¿A que edad te moviste para allá ahora que estamos hablando de esta época?
LGS – Nací en el ´62, nos cambiamos en el ‘70 a Cerrada de Popocatépetl, entonces llegué a vivir ahí, y la escuela en la que yo estudiaba que era el American Continental School, estaba saliendo de la casa, había una privada en donde vivíamos nosotros, eran ocho casas, cruzaba la calle y llegaba al American Continental School, y luego la secundaria la hice del Instituto México, entonces caminaba un poquito más y llegaba al Instituto México; siempre fue un placer porque no tuve que pasar horas en el coche para llegar a la escuela…
MM – Entonces tú ahí estudias hasta nivel secundaria…
LGS – … hasta nivel secundaria, ya después me voy al CUM. Hice la primaria en el American Continental que era mixto y tenía muy buen nivel de inglés, tres horas del día era en español y la segunda parte era en inglés, y tenías clases de todo en inglés: historia, geografía, pero desde el punto de vista de la cultura norteamericana, entonces era historia de Estados Unidos, geografía de Estados Unidos y eran enfoques padrísimos porque creo que no era nada más aprender inglés sino padre, aprender mucho la ideología norteamericana. Entonces, cuando termino la primaria, la insistencia de una parte de la familia de mi papá, que era una familia conservadora del Norte, la familia de mi papá es de Gómez Palacio Durango, entonces es una típica familia hacendada del Norte, burguesa, conservadora, católica, etcétera; siempre se opusieron y fue un pleito con mi papá que yo estuviera en una escuela laica, entonces mi papá decía yo prefiero que (LGS) hable inglés a que rece, no?
MM – Jajajajajaja….
LGS – … pero después de la primaria parece que mi papá cedió…
MM – ¿Cedió?
LGS – … dijo, -¡bueno orale ya!-, lo metemos al Instituto México…
MM – …vamos a mantener la buena relación familiar….
“… LA FAMILIA DE MI PAPÁ ES DE GÓMEZ PALACIO, DURANGO, ENTONCES ES UNA TÍPICA FAMILIA HACENDADA DEL NORTE, BURGUESA, CONSERVADORA, CATÓLICA, ETCÉTERA….”
LGS – Exactamente, -¡y lo metemos al Instituto México ya!-, y ahí voy al Instituto México que era de Maristas, es de Maristas, y entonces terminando el primero de secundaria me mandaron de intercambio a Estados Unidos, entonces mi mamá dijo….
MM – ¿A la edad de?
LGS – 12 años. Mi mamá que siempre fue muy… como muy dura y consistente en mi formación, dijo: –pero hay que mandarlo hasta allá, nada de hasta la frontera-
MM – ¿Se refería hasta el Norte de Estados Unidos?
LGS – Exactamente, entonces nomás quería mandarme a Michigan, que se le hacía lo más lejos, pero descubrió otro lugar arriba de Michigan que era Minnesota entonces me mandaron allá, y fui a dar a Spring Lake Park,afuera de los suburbios de Minneapolis, cuando yo tenía 12 años, y llegué a vivir en una casa con una familia norteamericana y ha sido la experiencia más preciosa que he tenido en toda mi vida.
MM – ¿Durante cuánto tiempo viviste allá?
LGS – Iba para el Verano y me quedé como dos meses más, inclusive regresé tarde a la escuela acá, y regresé porque pues prácticamente había que regresar, o sea, ni siquiera nos planteamos si me quedaba, pero al Verano siguiente terminó la escuela y me volví a ir otros cuatro meses o una cosa así, entonces viví mucho esa parte fascinante delAmerican Way Of Lifeauténtico.
La casa a la que llegué era del Mayor de Spring Lake Park, el Alcalde de Spring Lake Park, que tenía su casa, sus jardines alrededor, las calles con los niños jugando, algo típico; ¡existían los Malls!, aquí todavía no existían los malls en la Ciudad de México ni en el país, y entonces nos íbamos en bicicleta para allá… no, no, no, ¡una experiencia!
El Alcalde tenía su casa en el lago, entonces salíamos al lago a pescar, a jugar con la lancha, el auténtico American Way of Life y cuando regresé, nos dimos cuenta que efectivamente el inglés que me habían enseñado me había funcionado perfecto para sobrevivir…
MM – ¿Fue en que año?
LGS – En ‘75 fue la primera vez que fuí….
MM – Tu regresas en el ´75 a México…
LGS – Regreso en el ´75, a finales del ´75, y me vuelvo a ir en el ´76, que fué el Bicentenario de la Independencia de los Estados Unidos, allá lo pasé y luego me regreso.
MM – Que además ahi se viene la devaluación….
LGS – Cuando llego de Estados Unidos, porque fíjate que en aquél entonces me daban dinero para gastar, bueno todo lo pagaban allá, pero para que gastara algo, me daban $80 dólares que era el equivalente a $1,000 pesos a $12.50 (el tipo de cambio) no?, entonces yo tenía $80 dólares que era un dineral en aquel entonces, $1,000 pesos era realmente muchísimo dinero. Cuando voy regresando en 1976 de Estados Unidos es cuando se devalúa (el peso mexicano) al doble, y entonces yo me acuerdo que la familia (americana) cuando regresé el segundo año, y lo habían hecho también la primera vez, cuando yo quería algo me lo pagaban todo y al final me regresaban mis $80 dólares como un gesto de ¡bienvenido!, entonces yo regresaba con mis $80 dolares. El primer año llegué y pues se los dí a mi papá ¿no?, pues me regresaron el dinero, -¡Ah ok!- dijo mi papá. El segundo año me acuerdo que yo venía en el coche y venía pensando no tengo $1,000 pesos, ¡tengo $2,000 pesos! porque se devaluó la moneda y estuve tentado a quedarme con mis $80 dólares que eran $2,000 pesos, pero me ganó la lealtad a mi papá y se los regresé y mi papá dijo – ¡Ah, qué buena onda! – porque efectivamente es el doble, ya valía más, y ¡sí!, esa fue la primera gran crisis, y esa crisis es la misma que seguimos viviendo al día de hoy…..
“…MI FAMILIA ME VOLTEABA A VER COMO – ESTE CUATE ESTÁ PERFILANDO PARA SER LA OVEJA NEGRA DE LA FAMILIA-, PERO DESDE SIEMPRE TUVE UNA CERCANÍA Y UNA AFINIDAD CON LA RADIO…”
MM – Así es, y de ahí ya continuamos….
LGS – De ahí nos vamos hundiendo peor con José López Portillo, luego con Miguel de la Madrid y luego bueno, esta historia de México que si no hubiéramos vivido esa crisis, nuestra generación hubiera tenido otro resultado de vida, más positivo, más constructivo…
MM – Sería otra Ciudad , tendríamos una Ciudad totalmente distinta…
LGS – Totalmente distinta, cuando en el ‘76 termina Luis Echeverría y entra José López Portillo y Carlos Hank González con él, es el que destruye la ciudad para los famosos ejes viales, que en realidad no era necesario hacer los ejes viales, con Avenida Universidad dejarle su camellón pero todos para allá y, Churubusco todos para acá, no?, o Cuauhtémoc todos para acá, en fin, no tener que quitar las cosas, pero imagínate el negocio espectacular que fue el quitar los camellones, el quitar las palmeras…
MM – Y lo sigue siendo….
LGS – Si claro, pero con esta idea de hacer calles tan anchas. He leído por ahí que el tener tantos carriles provoca los congestionamientos en México, porque cuando tú tienes pocos carriles los coches van en filita y punto. Cuando tienes más carriles, los coches van tratando según ellos de buscar mejor carril y cada cambio de carril provoca un retraso en la cadena de coches que vienen atrás, entonces nosotros mismos cuando vas en el carril de baja y te pasas para acá, y luego para allá y siempre para acá, cada movimiento que haces lo vas replicando a otros coches y eso va incrementando el tipo de retraso hacia los de atrás, entonces, si tú vienes en una fila de cuatro coches lo retrasas medio segundo, pero cuando lo haces por 4 km el que viene allá atrás pues ya se retrasa media hora no?, entonces, si tú tienes los carriles nada más así perfilados de dos, nunca generarían los tráficos que se generan en México…
MM – Y eso aunado a la falta de educacion vial que tenemos en nuestro País….
LGS .. Ah!, No,no!, no existen las palabras “Educación” y “Vial” en ninguna frase juntas en la historia de México…
MM – Ja,ja,ja,ja….
LGS – No existen…
MM – Y tienes toda la razón, porque además teníamos mejores sistemas de transporte en aquella época…
LGS – Si claro, estaba el tranvía, teníamos el trolebús que además no contaminaba, estaban los famosos delfines, no existían los microbuses que son terriblemente contaminantes, estaban los taxis y había otros taxis colectivos que se llamaban peseros, que eran los coches que tienen un dibujo en blanco con negro que les llamaban cocodrilos, eran como peseros…
MM – Y después vienen las combis…
LGS – Lo que después fueron las combis, esos cocodrilos era un coche grandote en donde cabían seis (personas) y es el mismo principio de los microbuses, que se meten seis personas y cada una paga su peso, por eso se llamaban peceros, para el recorrido que van a hacer y se bajaban en donde tenían que ir y se iban subiendo varios. En el taxi vas tu solito, y luego estaban los delfines, los tranvías, y los trolebuses.
MM – Eran Los Defines y las Ballenas…
LGS – Pues las ballenas fueron después, las ballenas fueron cuando los ejes viales pusieron los carriles en contra sentido y en ese contrasentido venían las ballenas que tenían un faro en la parte de arriba para que vieras que venía un coche en contra sentido, y después los peseros empezaron a ser combis y luego las combis fueron camionetitas más grandes, y luego más grandes, y luego más grandes… y ahora son autobuses…
MM – Y luego mas locos…
LGS – … y mas descabellado, por que además nunca los metieron en orden ¿no? siempre empezaron caóticos y nunca les hicieron paradas y ya viste que hubo fraudes millonarios de gente que compraba cuadrillas completas de autobuses de estos, para hacerlos microbuses y los vendían en un precio prohibitivo y en fin….
“…ME FASCINABA LA FORMA COMO HACIAN RADIO EN LOS ESTADOS UNIDOS…”
MM – Entonces esto pasa en el ‘75 – ’76, y tú ya vivías en una dualidad cultural porque la educación que recibiste en la escuela era mitad americana
LGS – Así es
MM – Sumada a la educación que te daban en casa
LGS – Así es
MM – El estár viviendo en esta dualidad, ¿que empieza a pasar por tu cabeza?, ¿Como empiezas a visualizar el mundo en el que tú estás viviendo aquí en México?
LGS – Mira, para empezar dos cosas importantes. Una, que viniendo de una escuela mixta y estando en el Instituto México que era de puro machin y después de estar en Estados Unidos y convivir de una manera natural con mujeres y todo, yo dije ¿qué? ¡ya no quiero una escuela de puros hombres, la neta se me hace anormal!, el mundo está lleno de hombres y mujeres, no entiendo porque hay escuelas de puros hombres y escuelas de puras mujeres, son de esas ideas raras. Yo creo que en esos años empecé a generar una antipatía hacia la iglesia como institución, creo en Dios, creo en un ser supremo que tiene una autoridad moral sobre mi vida, pero no creo en la iglesia católica, y fuí desarrollando eso en esos años porque se me hacen unos ejercicios con ganas de controlar tu pensamiento y tu actitud, sin ofrecerte nada a cambio, sino como un acto de control.
Mi familia, eso es muy importante recalcar, es ultra conservadora y ultra católica. Entonces mi familia me volteaba a ver como “este cuate se está perfilando para ser la oveja negra de la familia”, pero desde siempre tuve una cercanía y una afinidad con el radio.
Mi tío estaba como presidente del Consejo de Radio Mil y mi papá participaba en algunas cosas que se hacían en Radio Mil, entonces muchas veces fui a Radio Mil cuando era niño, y me acuerdo entrar a los estudios… el silencio que se escucha adentro de los estudios me fascinaba, ver cómo se prendian los micrófonos, el On Airy la consola, todo siempre tenía un encanto y la música siempre ha sido mi fascinación.
“… EN ESOS AÑOS EMPECÉ A GENERAR UNA ANTIPATÍA HACIA LA IGLESIA COMO INSTITUCIÓN; CREO EN DIOS, CREO EN UN SER SUPREMO QUE TIENE UNA AUTORIDAD MORAL SOBRE MI VIDA, PERO NO CREO EN LA IGLESIA CATÓLICA….”
Cuando estoy en Estados Unidos me compré un radio de audífonos que nada más sintonizaba AM.
MM – ¿Eran unos que te los ponías y los sincronizabas por detrás del oído?
LGS – ¡Ahhh! unos rojos de plástico que les movías aquí la sintonía, el volúmen y entonces pude escuchar las estaciones de Minneapolis. Había una estación en especial KDWB que todavía existe y me ponía a escucharla, me fascinaba la forma como hacian radio en los Estados Unidos.
MM – ¿Que música ponían en esa estación?
LGS – Era Top 40 Rock de esa época, estaba Kiss, estaba Elton John, estaban los Doobie Brothers, 10cc, David Bowie, era muy buena estación, y entonces yo estaba fascinado escuchándola y me encantaba el ritmo que tenían, qué no se parecía para nada a lo que hacíamos aquí en México, nada que ver.
Eso siempre marcó mi idea de hacer radio, con ritmo, con velocidad, que nunca caiga, siempre sorprendente, enlazando la música, los identificativos que vayan enlazando toda la comunicación, etcétera.
Entonces con esas dos ideas muy claras en mente regresé a México y en el ‘77 dije, -Yo paso de ir al CUM de puros machines-, y en el CUM tenían en la tarde una educación más liberal, era el CCH del CUM era un Colegio de Ciencias y Humanidades, entonces era educación abierta..
MM – ¿Mixto?
LGS – ¡Mixto, felicidad otra vez!, y entonces entre a estudiar al CUM en la tarde en el `77, y cómo estaba en la tarde en la escuela, decidí ir a buscar trabajo Radio Mil en la mañana, pero era un trabajo como de Verano a ver de qué se trata, y pues me inquietaba el radio, y lo que había oído en Estados Unidos y pues quería ver en qué podía servir…
MM – ¿Tenias 15, 16 años?
LGS – Tenia 16 años la primera vez que puse un pie en una compañía de radio de una manera profesional, así que este año (2019) estoy cumpliendo 40 años de trabajar en el negocio realmente.
Entré a trabajar, y tenía entonces una novia que también quería hacer algo; entonces la lleve a Radio Mil y ella trabajó en la división cultural, y yo trabajaba en producción.
MM – Esto fue por medio de tu tío (D. Guillermo Salas Peyró) que tu llegas a Radio Mil?
LGS – Si, – ¿Tío, puedo trabajar aquí? ¿Me das chance de trabajar? – y mi tío respondió – Si, ponte de acuerdo con Juan Ramírez-, Juan Ramírez era el Director de Mercadotecnia Dirigida que era la empresa que hacía las investigaciones de mercado; entonces llego con Juan Ramírez y me pone a trabajar en una de las cuadrillas, que en aquél entonces para ganarle al rating se creaban cuadrillas de promoción de las estaciones, que se volaban las rutas por dónde iban a ir los (encuestadores) del rating, entonces ibas como anticipándote a ellos de avanzada e ibas por las casas preguntando: – ¿Qué estación está escuchando?-, – Radio Centro-, – No mire, escuche Radio Mil y aqui le regalamos esto, si le preguntan pues.. etcétera-, entonces ibas haciendo todas estas cuadrillas alimentando esta investigación y conociendo más el mercado, eran cuadrillas de cinco o seis personas, eran como 10 cuadrillas y se repartían en colonias populares y trabajabas de 6 de la mañana a 12 del día.
“…TENIA 16 AÑOS LA PRIMERA VEZ QUE PUSE UN PIE EN UNA COMPAÑÍA DE RADIO DE UNA MANERA PROFESIONAL ASÍ QUE ESTE AÑO (2019) ESTOY CUMPLIENDO 40 AÑOS DE TRABAJAR EN EL NEGOCIO REALMENTE….”
Entonces cuando me dijeron que tenía que estar a las 5.15 de la mañana en el metro Villa de Cortés, yo dije – No a ver, ‘perenme no?, no es pa’tanto! – ….
MM – Decias: quiero hacer radio pero no de ese tipo de radio…
LGS – Si, entonces a mi se me ocurrió ir a ver a Sergio Rod que era el productor y jefe de producción y ahí sí se hacía radio. El producía todo lo que se hacían en todo el grupo, y entonces le dije que si había chance (de trabajar con él). Yo muy mañosamente me decía -no me va a decir que no, porque soy el sobrino del patrón-, y evidente me dijo – ¡Claro, Bienvenido!-, y entonces me puso a trabajar con otro cuate que se llamaba Alfonso La Riva que era el asistente de Sergio Rod.
Alfonso La Riva me dió chamba del asistente del asistente y entonces todo el trabajo que nadie quería hacer lo hacía yo, pero me sirvió muchísimo, porque por ejemplo, uno de los trabajos que tenía era poner (sintonizar) tres radios, entonces, en una ponía Radio Centro, en otra ponía Radio Mil, y en otra Radio Variedades, y me dedicaba durante cuatro horas a escuchar lo que estaban haciendo en cada estación y a anotarlo todo; si había un anuncio, si había promocional, que estaban regalando, que canción pusieron, qué dijo el locutor, en qué colonia están premiando, etcétera; entonces de repente tenías un panorama de cómo estaba la competencia, que estaban haciendo, porque tenían ellos unos clientes que nosotros no teníamos, porque tenían una promoción más ingeniosa que la nuestra, y todo eso yo lo procesaba con Sergio Rod, que Sergio Rod inventaba las campañas de ventas, y toda esa información le servía para ello, y así lo hice con La Pantera, Radio Exitosy Radio Capital, lo hice con Sinfonola y en algunas otras estaciones que fueron de música ranchera , todo eso en AM.
Hay que pensar que en aquel entonces el AM era el 85% del auditorio y el FM era experimental y no tenía ninguna importancia.
Por ejemplo, catalogaba las cintas que teníamos de chistes o de material que se iba a archivo, entonces estaba horas escuchando chistes malísimos de Mister Kelly y uno que otro bueno y los iba calificando uno por uno, ese era mi trabajo.
Junto a la oficina de producción estaba la oficina de Sonomil 101 que lo manejaba Bolívar Domínguez, entonces yo veía cómo programaba, me acercaba y le preguntaba. Te digo que yo creo que hubo alguna cierta malicia, porque yo sabía que no me iban a decir que no porque era el sobrino del dueño, tenía cierta simpatía que yo creo que utilicé de una manera positiva, porque no fue asi de: – ¡yo quiero hacer esto!-, sino que me fui metiendo y preguntaba, entonces me decían: – mira pues así se hace-, entonces, Bolivar me enseñó a programar una estación de radio de la manera antigüa con papel y, con cartón, y como se seleccionaban las canciones, el Top 40 y el sistema de programación. Ahí fue la primera vez que a mí se me ocurrió decirle: – el domingo quiero oír otro tipo de música – porque me acordaba de Minnesota no?…
MM – Y tienes razon, los domingos eran muy aburridos en la radio…
LGS – Pues si, y yo le decía (a Bolivar),- ¿porque no tocamos esa música de la que todos nos acordamos?-, yo pensando: -que padre poder oír un domingo toda la música que oía hace dos años en Minnesota y que me encantaba-, y entonces me empecé a acordar de canciones todavía más viejas.
“HAY QUE PENSAR QUE EN AQUEL ENTONCES EL AM ERA EL 85% DEL AUDITORIO Y EL FM ERA EXPERIMENTAL Y NO TENÍA NINGUNA IMPORTANCIA.”
Tengo un hermano mayor que me lleva seis años que por él conocí a Los Doors, a Led Zeppelin, a Don McLean, Bob Dylan y todo eso, entonces yo decía, hay que escuchar todas esa canciones que me encantaban, entonces (Bolivar) me hizo caso y un domingo programé puras canciones de catálogo, no puse nada de las canciones de moda, y fue un trancazo, un trancazo en la medida que entonces podía ser un trancazo y él me dijo – oye, que bien sonó, muy bien, me parece bien-, entonces como que me tomo afecto y poco a poco me fue soltando la programación.
Despues terminé la preparatatoria, yo quería ser arquitectoesa era mi primera vocacion, me fascina la arquitectura y desde entonces me fascinaba, pero estando en Radio Mil, me empecé a enamorar del medio y de lo que se puede hacer con el medio, y entonces me cambié a comunicación, me metí a la Ibero…
MM – ¿Si empezaste a estudiar arquitectura o no?
LGS – No, porque justamente entré a los 16 años cuando estaba en las vacaciones de segundo a tercero de prepa, entonces cuando entré a tercero de prepa, ya entré al area que tenía que ver con ciencias y arte, que si es comunicación o arquitectura no importa, es lo mismo, me refiero desde punto de vista que vas por la categoría de arte. Cuando llegó el segundo semestre del tercer año de prepa ya tenía que hacer los exámenes de admisión, entonces me tenía que decidir y me gustó mucho lo de radio y dije -voy estudiar comunicación-, pero me metí a estudiar comunicación especializada en periodismo porque toda esa parte del periodismo se me ha hecho una parte cultural muy importante y que te dá más bases y más herramientas para poderte relacionar con el mundo, que especializarte como en tv o radio.
“…YO QUERIA SER ARQUITECTO…”
MM – Te toco estudiar en la Ibero vieja o en la nueva?
LGS – No, en los famosos gallineros. Se cayó (la Ibero vieja) con el temblor del ‘79 y yo entre en el ’80.
Era un ambiente padrísimo, muy liberal, muy tranquilo, muy de estudio, no era la frivolidad que es ahorita desfortunadamente, era más dedicada al estudio y había más pluralidad de gente, no era tan elitista.
Entonces entré a la Ibero, y pensando que era serio, como te digo, renuncie a Radio Mil y dije voy estudiar, hay que estudiar.
Estuve estudiando un año y medio, y de repente vi la oportunidad de regresar a Radio Mil, por que Bolívar que era el que programaba la estación se fue a trabajar con Sergio Rod a otra estación que se llamaba Radio Cañón, porque cuando yo estaba con ellos en el ‘79 hicieron un concepto, que yo les ayude allí a producir cosas, que se llamaba Batas, Pijamas y Pantuflas.
MM – Me acuerdo del programa…
LGS – Ah bueno, pues se lo llevaron a Radio Cañón de Radio Fórmula, entonces cuando se van, yo veo la oportunidad y vuelvo a pedir el trabajo y la posibilidad de manejar Sono Mil, y es cuando me dan Sono Mil en 1982 y después de ahí ya viene la historia de llegar a Rock 101…..
“…ESO SIEMPRE MARCÓ MI IDEA DE HACER RADIO: CON RITMO, CON VELOCIDAD, QUE NUNCA CAIGA, SIEMPRE SORPRENDENTE, ENLAZANDO LA MÚSICA, LOS IDENTIFICATIVOS QUE VAYAN ENLAZANDO TODA LA COMUNICACIÓN…”